Sánchez, la victoria del eterno perdedor

Juan Ramón Rallo

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 24 may, 2017 21:24
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Los militantes socialistas debían elegir este domingo entre una apparatchik del fallido régimen socialista andaluz y un candidato multifracasado, sin principios y en abierta podemización. Han optado por lo segundo, lo cual constituye a su vez una enmienda a la totalidad contra su pasado, contra la estructura de su partido y contra sus más visibles modelos de gestión política.

Susana Díaz era el paradigma del aparato de poder socialista: ascenso gradual y tutelado en las jerarquías de mando internas, presidenta de la Junta de Andalucía y apoyo de todos los secretarios generales históricos y de la inmensa mayoría de barones regionales. Sólo le faltaba coronarse secretaria general del PSOE y, de ahí, dar el salto a La Moncloa. El tradicional cursus honorum que había definido hasta anteayer la vida del socialismo patrio. Su propuesta política estaba, además, muy bien definida: el erial de Andalucía. Altos impuestos, regulaciones omnipresentes, subsidios generalizados y transferencias interterritoriales: a saber, consolidar el subdesarrollo interno para ulteriormente subvencionarlo.

Pedro Sánchez no guarda, en realidad, orígenes muy distintos con respecto a Susana Díaz: no en vano, también fue escalando orgánicamente agachando la cabeza, hasta el punto de que su primera secretaría general la consiguió convirtiéndose en el ahijado de Díaz cuando ésta lo necesitó (sin resistencia conocida por parte de Sánchez). Sin embargo, cuando el aparato quiso cortarle la cabeza, comenzó a construir su relato de outsider inmaculado e incorrupto, decidido a capitanear una cruzada sin cuartel contra el gobierno del PP y contra los poderes fácticos. En verdad, Sánchez tan sólo fue tejiendo sus alianzas políticas, electorales e ideológicas en función de sus necesidades para mantenerse encaramado en el poder: su rebeldía era una simple impostación táctica para esconder la completa maleabilidad de sus principios y valores. De ahí que su última propuesta política conocida fue la de adoptar el mismo programa económico del populismo que él se había caracterizado tanto tiempo por rechazar... Leer Más

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