Renovada inestabilidad política

En primer lugar, destacamos el proceso de impeachment del Presidente Clinton entre diciembre de 1998 y enero de 1999. Dicho proceso ocurrió en pleno movimiento alcista en la bolsa (burbuja tecnológica) y, si bien el mercado se movió durante ese periodo en un rango de aproximadamente un +/-4%, sería difícil de determinar cuánto del proceso de consolidación obedeció a Clinton y cuánto a Greenspan, presidente por entonces de la Reserva Federal, que en esos momentos se debatía entre subidas de tipos y comentarios sobre la exuberancia irracional del mercado. En segundo lugar, destaca el caso del Presidente Nixon en 1973, a costa de las escuchas del Watergate.

En este punto, hay que señalar que este proceso coincidió con la crisis del petróleo en 1973-74 (comenzó el 6 de octubre con la guerra del Yom Kipur que desembocó en el embargo de petróleo en octubre del 73). Esta crisis petrolera coincidió en el tiempo con uno de los momentos más importantes del Watergate (la denominada masacre del sábado noche), cuando el 20 de octubre Nixon ordenó cesar al fiscal especial que investigaba el caso, y, el Fiscal General y su segundo se negaron a cesarlo y dimitieron.

Adicionalmente, en el momento más álgido de la crisis política (octubre del 73), el ritmo de crecimiento se frenó de manera abrupta, la inflación en EEUU pasó en menos de 10 meses del 3,4% al 7,4% en tasa interanual y la Reserva Federal subió los tipos de referencia del 5,5% al 11%. Obviamente, la situación política en EEUU es muy dúctil y desconocemos si terminará por haber un impeachment. Se trata de un proceso que para iniciarse requiere una acusación formal por parte de la Cámara de Representantes (por mayoría simple), lo que deja al Presidente en su cargo mientras es juzgado por el Senado (se requiere dos tercios de esta cámara para cesarle).