La bomba demográfica de China sigue en marcha
Incluso después de que el gobierno chino abriera el camino para que las parejas tuvieran un segundo hijo, las mujeres trabajadoras del país son reacias a tener más familia - o incluso tener algún hijo.
Esto se deriva de una nueva encuesta de Zhaopin.com, uno de los mayores sitios web de reclutamiento en línea de la nación, que encontró que alrededor del 40 por ciento de las mujeres que trabajan que no tienen hijos no quieren tener ninguno y aproximadamente dos tercios de los que tienen un hijo no quieren un segundo.
En las grandes ciudades como Pekín o Shanghai, los altos costes de la vida, las largas horas de trabajo y los crecientes gastos relacionados con la crianza de los hijos han disuadido a más mujeres de convertirse en madres.
El fenómeno no es exclusivo de China, dadas las presiones que las mujeres trabajadoras se enfrentan en todo el mundo. Pero es particularmente agudo para la segunda economía más grande del mundo dada su población, que envejece rápidamente. Más de tres décadas de una política de un solo hijo ha dejado a la nación con muy pocos jóvenes para apoyar a una población que tiene cada vez más ancianos, lo que erosiona la competitividad y pesa sobre el sistema del bienestar social.