Importa tanto el cuánto como el cómo

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Capitalbolsa | 20 mar, 2018 16:56

Esperamos que la Reserva Federal incremente su tipo de referencia en 25 pb en su reunión de esta semana (20 y 21). La parcela donde existiría mayor margen de “sorpresa” sería, por este orden, en la primera conferencia de prensa de Powell como Presidente, el Resumen de las Proyecciones Económicas y, en menor medida, en el comunicado del FOMC.

En lo que respecta a la conferencia de prensa, esperamos que Powell sea tan claro como lo fue en su primera comparecencia ante el Congreso estadounidense hace unas semanas. Allí, Powell señaló que los registros que se han venido publicando desde principios del ejercicio apuntan a unas perspectivas de actividad más sólidas. Por un lado, el impacto de la reforma fiscal en materia de actividad podría ser más significativo de lo estimado por la Reserva Federal en la reunión de mediados de diciembre y podría concentrarse en los ejercicios 2018 y 2019.

Por otro, hay que recordar que desde entonces se ha discutido la posibilidad de aprobar unos presupuestos bastante más ambiciosos de lo estimado en materia de gasto público. Por tanto, en su conjunto, la información que ha recibido la Fed desde diciembre apuntaría a una revisión al alza de sus previsiones de crecimiento.

En este sentido, esperamos que la mediana del crecimiento del PIB real se revise 0,2 puntos porcentuales al alza para 2018, desde el 2,6% hasta el 2,8%, y cerca de 0,5 pp en 2019, desde el 2,1%, hasta el 2,6%. El principal motivo por el que esperamos un incremento más intenso de la proyección del PIB en 2019 es porque el grueso del impacto del incremento del gasto público empezará a materializarse a partir de ese ejercicio.

Asimismo, esta aceleración del ritmo de crecimiento llevaría al FOMC a revisar a la baja su proyección para la tasa de desempleo, en una aplicación bastante consistente con la Ley de Okun (que ya aplicó la Fed en diciembre de 2017, la última vez que revisó sus estimaciones).

A nuestro juicio, dada la prudencia que ha venido teniendo la Fed con su política monetaria, lo más probable es que el banco central mantenga las tres subidas de tipos en 2018 y vaya preparando el terreno para un tensionamiento monetario más intenso de lo esperado de cara a 2019 (coincidiendo, precisamente, con la intensa revisión de sus estimaciones de crecimiento que esperamos realice para ese ejercicio).

El riesgo de que la Fed sea más agresiva de lo esperado en 2018, llegando a realizar cuatro subidas de tipos (de 25 pb) como una pequeña parte del mercado está empezando a descontar, sólo se produciría sí la inflación se tensiona de manera significativa. A día de hoy, no vemos argumentos ni vía salarios ni vía energía para que los precios se salgan de la tendencia alcista gradual que vienen trazando en los últimos meses.

En síntesis, pensamos que la Fed evitará sorprender con un ritmo de subidas mayor a corto plazo. Y es que una de las claves para que la inflación converja hacia el objetivo del 2% (actualmente la métrica más vigilada por el banco central –el deflactor subyacente del consumo personal- se sitúa en el 1,5%) es la laxitud de las condiciones financieras.

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