Empleo y educación: las dos claves contra la desigualdad

Juan Ramón Rallo

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 19 jun, 2018 21:20
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La desigualdad de ingresos ha aumentado en España durante la crisis: el índice Gini de los hogares ha pasado de 0,37 en 2008 a 0,38 en 2016. A su vez, la desigualdad de riqueza también se ha acrecentado, desde 0,6 a 0,68, si bien continúa ubicándose entre las más reducidas del mundo. Ésta es, al menos, la radiografía que se desprende del último informe del Banco de España, La desigualdad de la renta, el consumo y la riqueza en España.

Por un lado, ¿por qué ha aumentado la desigualdad de rentas? Una de las respuestas más extendidas es que los salarios altos son cada vez más altos mientras que, en cambio, los sueldos bajos son cada vez más bajos. Sin embargo, semejante explicación resulta engañosa por incompleta: el principal problema al que se ha enfrentado la economía española no ha sido el de una fuerte polarización salarial sino el de un notable incremento del desempleo y del subempleo entre aquellos trabajadores con unas remuneraciones más bajas. En particular, la desigualdad en el salario por hora se ha reducido durante la crisis (el índice Gini del salario por hora ha caído desde 0,3 en 2008 a 0,28 en 2014), pero ha sido el aumento del paro y la caída de las horas trabajadas entre los estratos más humildes de la población lo que ha llevado a que la desigualdad en el salario mensual haya aumentado durante los últimos años (de 0,32 a 0,35).

Ahora bien, que aumente la desigualdad salarial como consecuencia del incremento del paro no tendría por qué implicar una mayor desigualdad de ingresos entre el conjunto de los hogares: si el paro y la reducción de horas trabajadas se distribuyera aleatoriamente entre las familias españolas, entonces su influencia sobre la desigualdad entre hogares tendería a ser nula. Sin embargo, esto no es así: una de las principales revelaciones del informe del Banco de España es que existe una elevada correlación entre las características socioeconómicas de los miembros que conforman un hogar; por ejemplo, la correlación entre el nivel educativo del cabeza de familia y su pareja es cercana al 70% (es decir, los universitarios tienden a casarse con otros universitarios). De ahí que la distribución del desempleo y del subempleo no resulta aleatoria entre las familias: se concentra en aquellas con menor formación y, por esa vía, es por donde aumenta la desigualdad en la parte baja de la distribución de la renta... Leer Más

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