Elegía del crecentismo

The Oil Crash

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 27 abr, 2017 21:24
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Diez años después del inicio de la crisis, los indicadores macroeconómicos españoles nos muestran que el país está por fin saliendo de ese agujero. Durante más de dos años el PIB español ha estado creciendo y a buen ritmo. Lo peor de la crisis, nos dicen, ha pasado; ahora, por fin, avanzamos por la senda del crecimiento y de la recuperación.

Sin embargo, la percepción popular no es en general tan optimista.

Es verdad, dice la gente, que se está notando que la cosa mejora, que hay más empleo, que la gente sale más de vacaciones, que bares y hoteles se llenan... en suma, que hay más negocio y más actividad, y eso finalmente redunda en más empleo. Sin embargo, las condiciones laborales de la mayoría están cada vez más lejos del relumbrón de hace una década. La tendencia es a salarios más bajos y empleo con menos garantías: el salario más habitual en España es de unos 1.000 euros netos al mes, cantidad insuficiente para vivir con cierta holgura en las grandes ciudades, y hasta un 30% de los asalariados cobran menos que eso.

Pero no son sólo las bajas perspectivas salariales las que atormentan al asalariado español, o al que quisiera serlo. El fantasma del desempleo o del subempleo siempre merodean, y nadie puede sentirse relativamente seguro de no caer en ellos: porque ya tienes más de 40 años, porque tienes menos de 35, porque eres mujer, porque eres fácilmente sustituible... Todos saben que cuando se cae en el desempleo o en el empleo precario hay que salir inmediatamente de ahí, como si se hubiera caído en las brasas, pues en nada de tiempo se cae en la pobreza y la exclusión. Nadie quiere hablar de ello, las televisiones se afanan en disimular esa realidad disfrazándola de anécdota cuando es un fenómeno masivo y que, a pesar de la recuperación económica, apenas retrocede. De acuerdo con la última Encuesta de Condiciones de Vida elaborada por el Instituto Nacional de Estadística español, casi un 28% de los habitantes de España está en riesgo de pobreza o de exclusión social. Los medios de comunicación señalan que se ha producido una mejora con respecto al peor momento de la crisis, en 2013, cuando este riesgo llegó a afectar al 29,2% de la población. Poco más de un 1% que puede explicarse fácilmente con esos millones de españoles que han huido de España por razones económicas; de hecho, teniendo en cuenta ese éxodo la población en riesgo ha disminuido poco, quizá también porque los excluidos son poco dados a viajar, porque saben que serán excluidos aquí y en cualquier otra parte. O porque no tienen muchas esperanzas de poder mejorar... Leer Más

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