¿Por qué las bolsas ignoran, por ahora, al imprevisible Trump?

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 28 feb, 2017 14:09
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Hoy Donald Trump hablará ante el Congreso de los EE.UU. con la atención de todo el mundo situada en su discurso. La imprevisibilidad del nuevo presidente de EE.UU. hace temer a muchos que pueda salirse del guion tradicional establecido, e inicie un nuevo frente de conflicto. Pero eso lo sabremos esta tarde.

Hoy en estas páginas de perfil claramente financiero, nos gustaría detallar las causas, a juicio del analista Derek Thompson, por las que a pesar de la imprevisibilidad de Donald Trump, de anunciar medidas proteccionistas que afectarán a la economía de EE.UU., o de enfrentarse con importantes economías mundiales como la china, la alemana o la mexicana, los mercados de acciones de EE.UU. siguen haciendo máximo tras máximo histórico, algo que en principio parecería poco razonable. Veamos cuáles pueden ser los motivos:

En primer lugar, antes de comenzar la era Trump, hay que reconocer que la recuperación del mercado de valores no es algo nuevo. Ha estado subiendo desde 2009. Aunque el crecimiento del PIB no se ha movido mucho de la cifra del 2%, el desempleo ha caído fuertemente, también los precios de la energía, mientras que los salarios empiezan a repuntar. Seguramente, parte de las subidas de los últimos meses refleja la confianza de los consumidores estadounidenses de que las cosas se están haciendo cada vez mejor en cada trimestre que pasa.

En segundo lugar, el mercado de valores podría estar aumentando porque los inversores están prestando más atención de las personas que rodean a Trump que al propio presidente. El gobierno federal se parece en gran parte a una institución pro-empresarial conservadora. Los republicanos han prometido reducir los impuestos, particularmente para los estadounidenses ricos y con negocios. Hay un amplio acuerdo entre el Partido Republicano para desregular las industrias financieras y energéticas.

El presidente se ha rodeado de veteranos de Goldman Sachs, incluyendo al Secretario del Tesoro Steve Mnuchin y el consejero de economía Gary Cohn.

En tercer lugar, aunque a los presidentes de los EE.UU. se les culpa o se les alaba por la evolución de la economía que supervisan, en realidad no tienen mucho control directo sobre ella. Las condiciones macroeconómicas y los mercados energéticos mundiales están fuera de su ámbito. Por otro lado, la fijación de impuestos y de gastos requeridos depende del Congreso. Donald Trump puede ser la persona más famosa del mundo, pero el presidente no tiene control sobre la economía.

En cuarto lugar, es posible que los inversores tengan razón y que Trump no haga nada para cambiar la trayectoria ascendente de la economía, o incluso que políticas (esto menos probable) estimulen el crecimiento económico. Los inversores pueden creer en esta hipótesis, por lo que no tendrían motivo para vender.

Tras estos cuatro motivos por los que el impacto que Donald Trump está teniendo en todas partes no se está viendo reflejado en los mercados financieros, creo interesante añadir que después de una de las tendencias alcistas más fuertes de la historia, es muy difícil girar ese impulso comprador simplemente porque Trump anuncie unas medidas económicas que pueden generar incertidumbre. Por otro lado, sus medidas negativas proteccionistas estarán moderadas por sus políticas fiscales de impulso económico.

De cualquier forma, a no ser que la incertidumbre generada por Trump tenga una plasmación económica, por ahora se obviará en los mercados como así se está haciendo.

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