Trabajar en cooperativa

En épocas de crisis, de quiebra de empresas y despidos masivos hubo casos en que los trabajadores se unieron, siguieron trabajando defendiendo sus puestos y se transformaron en cooperativas de trabajo y las sacaron adelante. Se las conoce como “empresas recuperadas”.
Trabajar en cooperativa tiene  sus pros y sus contras, como todo.  Estas estructuras varían y pueden tener distintos tipos de relaciones laborales:
tercerizado (generalmente de otras cooperativas de trabajo), contratado, pasante o socio.
La sustancial diferencia es que uno como trabajador es también socio y no existe la figura de los jefes y que la ganancia de uno es la ganancia de todos.
Para ser socio se pone un pequeño capital inicial y el retorno es para todos el mismo.
Pilar trabaja en una cooperativa grafica que produce un medio especializado en cuestiones legales que se produce en papel y en linea: “Para mí la ventaja es que la sensación de que crecer económicamente es un colectivo. Si mi retorno sube, el tuyo también, sólo varían la antigüedad y las horas extras”.
En una estructura donde no existe la figura el jefe la relación entre los compañeros también es diferente: “Se apela al diálogo, la gente tiene mas paciencia. Donde sobran los caciques y faltan indios hay problemas, pero mis coordinadores de área son muy buenos. Hay diferencias y peleas como en todos los ambientes, pero sos socio de la empresa el cooperativismo tiene cosas muy buenas”, asegura Pilar.

Image: Pixomar / FreeDigitalPhotos.net
Image: Pixomar / FreeDigitalPhotos.net

En épocas de crisis, de quiebra de empresas y despidos masivos hubo casos en que los trabajadores se unieron, siguieron trabajando defendiendo sus puestos,  se transformaron en cooperativas de trabajo y las sacaron adelante. Se las conoce como “empresas recuperadas”.

Trabajar en cooperativa tiene  sus pros y sus contras, como todo.  Estas estructuras varían y pueden tener distintos tipos de relaciones laborales: tercerizado (generalmente de otras cooperativas de trabajo), contratado, pasante o socio.

La sustancial diferencia es que uno como trabajador es también socio y no existe la figura de los jefes y que la ganancia de uno es la ganancia de todos. Para ser socio se pone un pequeño capital inicial y el retorno es para todos el mismo.

Pilar trabaja en una cooperativa gráfica que produce un medio especializado en cuestiones legales que se produce en papel y en linea: “Para mí la ventaja es que la sensación de que crecer económicamente es un colectivo. Si mi retorno sube, el tuyo también, sólo varían la antigüedad y las horas extras”.

En una estructura donde no existe la figura el jefe, la relación entre los compañeros también es diferente: “Se apela al diálogo, la gente tiene mas paciencia. Donde sobran los caciques y faltan indios hay problemas, pero mis coordinadores de área son muy buenos. Hay diferencias y peleas como en todos los ambientes, pero sos socio de la empresa el cooperativismo tiene cosas muy buenas”, asegura Pilar.

Publicidad