La falta de acuerdo político que ha impedido formar un nuevo gobierno en España es una muy mala noticia para el futuro de las pensiones. Si la última reunión del Pacto de Toledo a principios de año terminó en fracaso por la postura en contra de un partido político, cuando se había alcanzado un consenso mayoritario, ahora parece que la situación no va a mejorar con la investidura fallida de Pedro Sánchez.
Los españoles seguimos teniendo casi 900.000 millones de euros en depósitos bancarios, un dinero que con los tipos a cero no produce ninguna rentabilidad. Los ahorradores recordamos con nostalgia los depósitos extratipados, con los que los bancos nos remuneraban hasta un 5% anual, pero debemos asumir que esos tiempos ya no volverán. Las entidades financieras nos han tutelado durante tantos años que hoy nos encontramos paralizados por la falta de cultura financiera.
La mayoría de los españoles elegimos los meses de julio y agosto para disfrutar de unas merecidas vacaciones. Este periodo es un buen momento para que los inversores en fondos analicemos lo que ha pasado con nuestro dinero durante la primera mitad del año y pensemos qué puede pasar con él antes de que llegue el 31 de diciembre.
La Seguridad Social afrontó en junio el pago de 9.644 millones de euros a prestaciones, de los que más de la mitad estaba destinado a pensiones de jubilación. La hucha está en una situación límite y la viabilidad de pago del sistema público está ante un gravísimo problema de difícil solución. Desgraciadamente, hay políticos que están pensando una vez más en sostener el sistema vía impuestos en vez de optar por mejorar los incentivos fiscales al ahorro.
