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Análisis Técnico
UBS. La noticia saltaba ayer y también era desmentida ayer. Pemex no pretende tomar el control de Repsol aliándose con el multimillonario mexicano Carlos Slim, pero los expertos se han apresurado a analizar esta posible operación que, según la firma suiza UBS, sería positiva para la española a corto plazo, pero no tanto en un horizonte temporal más amplio. “El anuncio sería posiblemente positivo para las acciones de Repsol a muy corto plazo, pero el comportamiento en última instancia sería negativo, especialmente por parte de los inversores institucionales. Para Pemex, Repsol representa una inversión estratégica, y se podría decir que la mexicana apuesta por la apertura a compañías internacionales de la industria del gas y el crudo en el país norteamericano y el empuje de la exploración en aguas profundas. Sin embargo, Slim está invirtiendo en Argentina (principalmente en telecomunicaciones, pero también con una participación del 8,4% en YPF) mientras que Pemex intentó romper un acuerdo entre Argentina y Repsol”, explica UBS.

Estos analistas advierten de que las continuas especulaciones sobre la estabilidad accionarial en Repsol, con rumores sobre inversores estratégicos, esto es, Sacyr, La Caixa, Pemex, Temasek, “no son normales en el sector y no ayudan, especialmente si su objetivo es ejercer influencia en la gestión de la petrolera. Existe el riesgo de que los inversores institucionales tradicionales se alteren. La estrategia principal y el rendimiento, positivo en el caso de Respol, que además ha capeado la expropiación de YPF y la crisis de forma robusta, son una muestra de la buena gestión a la que se está poniendo bajo presión con las especulaciones sobre el presidente Antoni Brufau”.

En Bankinter, avisan: “Está claro es que la petrolera mexicana no está a gusto con la gestión de Brufau. Pemex quería hacer más negocios conjuntos en Latinoamérica y, de momento, no lo está logrando. Por tanto, si no percibe un cambio en la dirección, es muy probable que abandone el accionariado, lo que supondría un impacto negativo para Repsol, por la presión de papel”.

En Ahorro Corporación Financiera (ACF) explican que la atención se centra ahora en el 27 de noviembre, fecha en la que se celebra consejo de administración de Repsol, en el que Pemex podría mostrar sus intenciones reales. “Teniendo en cuenta la limitación legal de control de Gobierno, el acuerdo de Pemex con Repsol de no aumentar participación por encima del 10% y la escasa probabilidad de que CaixaBank apoye a Pemex, se limitan en nuestra opinión las posibilidades reales de Pemex por controlar Repsol, operación que no tiene que ser positiva para los accionistas de Repsol, dado que probablemente facilitaría un acuerdo con YPF en unas condiciones que pudieran no ser las mejores. No obstante, una eventual retirada de Pemex de Repsol tampoco sería favorable si la salida no se hace de forma ordenada”.

Las últimas noticias sobre estos rumores, más allá de los desmentidos de Pemex y del propio Carlos Slim, apuntan a que el Gobierno de España ha sido el que ha frenado la intentona de la mexicana por hacerse con el control de Repsol. El Ejecutivo se habría reunido con el secretario de Energía mexicano y con el director general de Pemex con el objeto de hacerles ver la necesidad de contar con el visto bueno del Gobierno ante una eventual toma de control en Repsol dado el blindaje existente a través de la ley de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia que considera estratégicos determinados activos de Repsol.

Recuerdan en ACF que recientemente CaixaBank emitió bonos convertibles en acciones de Repsol, pudiendo suponer una venta del 2,5% de su capital, y esto provocó una caída en la cotización de la petrolera del 3,2%. Actualmente, CaixaBank es el principal accionista de Repsol con el 12,9% (habría que descontar -2,5% de las convertibles), luego están Sacyr (9,53%), Pemex (9,49%) y Temasek (6,29%).
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