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Análisis Técnico
FITCH. La agencia de calificación Fitch considera que el plan para acabar con el déficit de tarifa que ha presentado el Gobierno de Portugal es más creíble que el de España. En el caso luso, se establece una fecha límite para eliminarlo, así como un agenda y un proceso de supervisión, y se garantiza la independencia regulatoria. Sin embargo, el marco español carece de estos elementos o están menos desarrollados, advierte la firma.

Lisboa ha determinado que en 2020 debe estar eliminado el déficit de tarifa, bajo un plan revisado cada trimestre por la “troika” (representantes del Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea), como parte del plan de rescate acordado entre estos acreedores internacionales y Portugal en 2011. “En España, donde la última batería de medidas se anunció en julio, no hay ni plazos ni objetivos concretos”, advierte Fitch.

A la agencia le preocupa además la falta de independencia del regulador español. En el caso de Portugal, este organismo no está vinculado al Gobierno, mientras que en España, “la ausencia de suficiente independencia ha impedido que los costes del sistema se hayan mantenido en el pasado bajo control (el déficit de tarifa final de 2012 ascendió a 5.600 millones de euros, muy por encima de los 1.500 millones previstos)”, explica Fitch. La agencia matiza, no obstante, que la creación de un organismo nuevo de regulación más amplio, la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), pretende rectificar esa situación al imponer que sus decisiones solo se debatirán en el Congreso. Fitch reconoce que las medidas implantadas por España ayudarán a controlar el déficit y potenciarán su reducción, pero “habrá que esperar a finales de 2013 para conocer su impacto”.

Los números que arroja el déficit de tarifa son muy distintos entre Portugal y España. El país luso incurre en un déficit que supone el 45% del total de ingresos que generó su sistema eléctrico a finales del año pasado, esto es, un 1,7% de su PIB. En el caso de España, el porcentaje se dispara al 83%, y respecto al PIB es de un 2,6%. Estas cifras, matiza la propia agencia, son difícilmente comparables ya que dependen de varios factores como el nivel de suministro y la liberalización en la demanda de las fuentes de energía, incluidas las renovables. Pero en ambos países, Fitch advierte que si la debilidad económica sigue presionando la demanda eléctrica a largo plazo, tanto los objetivos como los plazos de sus planes de reducción del déficit podrían tener que extenderse.

Fitch recuerda que mantiene su vigilancia negativa para las utilities con exposición a España. El Fondo de Titulización del Déficit del Sistema Eléctrico tiene bonos vivos por 20.800 millones de euros, y su primer vencimiento se produce este 17 de septiembre.
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