• Podría lanzar la semana próxima un programa de compra de activos
  • Sería similar al lanzado por la FED

LINK SECURITIES. Los principales índices bursátiles europeos y estadounidense cerraron AYER prácticamente planos, en una sesión de escasa actividad en la que el BCE fue el gran protagonista.

Análisis Técnico

Desde el comienzo de la misma en las plazas europeas se pudo constatar que algunos inversores estaban aprovechando las recientes alzas de muchos valores para realizar beneficios. La falta de referencias relevantes en el ámbito macroeconómico y empresarial mantenían a muchos otros inversores a la expectativa, al margen del mercado. Las “buenas sensaciones” que, en principio, causó la reunión mantenido por los presidentes de Ucrania y Rusia, permitieron a las bolsas europeas superar esta corriente vendedora sin problemas. Cabe señalar, no obstante, que las mencionadas buenas sensaciones se difuminaron rápidamente después de que Ucrania acusara al Ejército ruso de haber entrado nuevamente de forma no autorizada en su territorio, aunque esta noticia tuvo muy poco impacto en las bolsas ya que para entonces la atención de los inversores ya estaba centrada en el BCE y en lo que esta institución podría decidir hacer la semana que viene, cuando se reúna su Consejo de Gobierno.

En este sentido, señalar que algunos agentes del mercado defendían AYER que el BCE esperaría todavía algún tiempo antes de actuar, para comprobar si las medidas no convencionales adoptadas en la reunión de junio surtían efecto. Estos analistas apuntaban a que únicamente en el caso de que la inflación de la Zona Euro en agosto volviera a descender con fuerza –el dato preliminar será publicado MAÑANA, mientras que HOY se conocerán los de España y Alemania- el BCE se decantaría la semana que viene por poner en marcha un programa de compra de valores respaldados por activos (ABS, en sus siglas en inglés). En este contexto, las palabras del ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, afirmando que el presidente del BCE, Draghi, había sido malinterpretado la semana pasada cuando habló en Jackson Hole, sirvieron para enfriar los ánimos de los inversores momentáneamente, lo que se dejó notar en el comportamiento de las bolsas. Sin embargo, poco después, las noticias confirmadas por el BCE de que esta institución había contratado a una filial de la gestora de fondos BlackRock para que le asesorara en la elaboración de un potencial programa de adquisición de titulizaciones de activos (ABS) hicieron que las bolsas giraran al alza, mientras que los bonos soberanos de la Eurozona seguían escalando posiciones.

Señalar que AYER durante unos momentos la rentabilidad del bono 10 años alemán bajó del 0,9% mientras que las de todos los bonos soberanos alemanes con vencimientos iguales o inferiores a 3 años se ponían en negativo.

Es evidente que tanto los mercados de bonos como los de renta variable europeos están descontando una pronta actuación del BCE, animados por las palabras de Draghi la semana pasada.

Nuestra opinión ha venido siendo la de que el BCE esperaría todavía algún tiempo antes de actuar. Sin embargo, la fuerte presión de los mercados financieros; la pérdida a marchas forzadas de la confianza de empresarios y consumidores en la Eurozona –AYER se publicaron varios indicadores de confianza en Alemania, Francia e Italia que confirman esta afirmación (ver sección ECONOMIA)-; la debilidad mostrada en el 2T2014 por economías como la francesa y la italiana, incluso por la alemana; la amenaza cada vez mayor de que la deflación se instale definitivamente en la región; y las consecuencias en la economía de la Eurozona, consecuencias todavía no cuantificables, de un posible enquistamiento de la crisis ucraniana, es factible que lleven al BCE a adelantar sus planes y a poner en marcha la semana que viene, cuando se reúna su Consejo de Gobierno, un programa de compra de activos en los mercados secundarios similar a los llevados a cabo por la Reserva Federal (Fed) de EEUU, el Banco de Inglaterra (BoE) y el de Japón (BoJ). La más que previsible oposición de Alemania a esta medida creemos que será en esta ocasión menos radical dado los problemas por los que está atravesando su propia economía y los que puede llegar a tener dada la pérdida alarmante de confianza de todos los agentes que la conforman.

Por tanto, y hasta que se reúna el Consejo de Gobierno del BCE el próximo jueves 4 de septiembre, los mercados financieros europeos actuarán condicionados por la posibilidad de que esta institución adopte nuevas medidas para impulsar el crecimiento económico en la región del euro. De no ser así, y decidir el BCE posponer su actuación, los inversores sufrirán una fuerte decepción lo que llevará a las bolsas, con casi toda seguridad, a ceder gran parte del terreno recuperado en las últimas semanas.

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